“Lucille” invadida por humanoides en una noche muy lluviosa: El 50 por ciento de “Riff” tiene más rock que la mayoría del averiado movimiento musical argentino.
Michel Peyronel y su banda, con la destacada participación de Héctor “Boff” Serafine, deparó uno de los mejores espectáculos de la temporada 2025, un concierto que refrendó gran parte de los clásicos del mítico conjunto formado por Pappo en los ‘80s.
(Capital Federal – Sábado 17 de Mayo de 2025) Dando a entender que su presencia en el desgastado movimientoe de rock argentino resulta tan necesaria, como destacada en duros tiempos para un género que no se adaptó al nuevo milenio o fue cooptado por ciertas estructuras políticas, la nueva actuación de “Michel Peyronel y los Humanoides”, esta vez en el destacado “Club Lucille”, resultó un deslumbrante bálsamo musical para una escena rockera donde los tics, costumbres y otros aspectos dejaron al rock nacional sumergido en terapia intermedia o directamente en intensiva ante la falta de renovación, desgaste o esa sensación que al género se lo masticó la política, para volverlo un caramelo vencido que a esta altura de los acontecimientos no tiene gusto a nada. Anoche a las 21:32, justo un mes y cuatro días después de la última aparición en la gran fecha de cierre del “Quilmes Rock 2025”, nadie se quiso perder un espectáculo que merece otra consideración de los medios, mucho más interesados en las mediocres andanzas de los urbanos, una inmunda plaga de frustrados, que a caballo de las redes sociales, le hace creer a las juventudes del nuevo milenio que lo que hacen es mejor que la penicilina, la energía renovable y la educación básica. Dejando de lado este inapelable fresco de una realidad musical tan horrible como desilusionante, el concierto que ayer ofrecieron en medio de una noche desbordada de lluvia “Michel Peyronel y Los Humanoides”, se configuró en uno de los recitales más valiosos de la actual temporada de conciertos.
El show de anoche, una nueva fecha con el “Tributo a Riff”, contó con un ingrediente tan seductor como necesario para que la gente, a pesar de la tormenta desatada en la Capital Federal, se acercara al local sitio de conciertos en Gorriti 5520. Ese atractivo tan especial fue la participación de Héctor “Boff” Serafine, guitarrista original del grupo “Riff”, banda que compartió con Peyronel en los años ‘80s, época de gloria del conjunto que marcó un claro antes y después en el género duro durante esa década. La presencia de este brillante instrumentista, sin dudas uno de los músicos más valiosos del género en los últimos 45 años de actividad artística, le aportó al recordado al exitoso conjunto rockero liderado por el guitarrista Norberto “Pappo” Napolitano, un gran dosaje de ideas, adecuados arreglos y sobre todo, de esa magnífica calidad interpretativa en todos los conciertos surgidos en esa mitológica banda dedicada al rock duro, perfumado de otras atractivas varientes del estilo. Anunciado por el propio Michel Peyronel en los minutos posteriores al recital que ofreció en el festival “Quilmes Rock 2025”, la noticia provocó que todas las localidades para la funciòn de ayer se agotaran en cuestión de horas. Ni siquiera la brutal lluvia ocurrida anoche medró la voluntad del público, importante cifra de asistentes que aún mojándose bastante con la tormenta, no dudó ni un segundo en estar incluso varios minutos antes del horario anunciado, para ver esta presentación con el 50 por ciento de “Riff”, conjunto que ofreció su último recital con la presencia de su gran líder y fundador en febrero de 2005.
Después de un número previo de apertura que arrancó bien y se fue desdibujando con el paso de las canciones hasta volverse un insostenible suplicio búlgaro, finalmente todos los técnicos acomodaron tras el cortinado los instrumentos de “MPYLH” para que el recital arrancase a las 21:32 horas, mientras la capacidad del prestigioso club palermitano daba señales elocuentes de estar a tope con todo listo para el arranque del espectáculo. En esta oportunidad, “Michel Peyronel y Los Humanoides” asomaron a escena con la presencia de su invitado estelar, formación que dejó en el banco de suplentes a Arito Rodríguez con su guitarra, mientras Lucky Luke en batería, Capitan Ded en bajo y Jean Jacques Peyronel en la guitarra líder comandaban este grupo que cuenta con el experimentado baterista y cantante al comando de las acciones. El evento arrancó con “No obstante lo cual”, uno de los clásicos de la banda en su segunda etapa y tras cartón llegó “Mal Romance”. Dejando de lado egoísmos interpretativos y otros patrones operativos cargados de ego, el brillante ensamble rockero exhibió una magistral sincronización de sus dos talentosos guitarristas, puesto que Jean Jacques y la estrella invitada intercambiaron roles, sumando estructuras rítmicas y solos, trasluciendo una prolijidad y equilibrio muy destacado en el concierto.
Sin demasiadas pausas entre canción y canción, el show exhibió una sana contundencia bien dosificada en sonido y arreglos, exponiendo lo bien coordinados que están no solo los integrantes de “Ls Humanoides”, sino quien hizo de invitado en la ocasión. Dentro de un repertorio que obviamente esquiva las canciones que no están firmadas por Peyronel, la lista desde ese arranque propuso un eclecticismo perceptible de variantes con temas como “Bienvenida a mi lado oscuro”, “Vértigo romántico”, “”Zona de nadie”, “Mala Noche” y “La ciudad del gran río”, canciones que fueron calentando el clima de un show que pocos minutos después levantaría propulsión con himnos inmaculados. Ya con el concierto en velocidad crucero y muy buena respuesta de la gente, la situación se tornó volcánica con “Pantalla del mundo Nuevo”, un topacio de letras memorables y ritmo implacable. Apenas cerró ese gran tema, la banda encaró “Lily Malone” y “La frontera inesperada”, obras que mantuvieron la energía hasta que llegaran los nuevos exocets rockeros. Con el público cantando hasta los solos de guitarras el festín en Palermo explotó sin pausas con “Macadam 3210” y esa ancestral pieza de elocuente mensaje como “Que sea rock”, dejando para el desenlace la rutera y contagiosa composición “Susy Cadillac”, emblema del mejor período creativo de la formación.
Michel Peyronel anoche mostró una mayor consolidación como cantante y front-man en la actual temporada, después de enfrentar la dura tensión de subir al escenario del festival “Quilmes Rock 2025” con muy poca gente en el campo de juego, luciendo màs tranquilo y distendido para manipular ayer los tiempos del espectáculo en el club palermitano. Los músicos de la formación desarrollaron una performance impecable sin fallas, mostrando una solvencia con distintos contenidos del repertorio, sobresaliendo la sólida creatividad de Jean Jacques Peyronel, un músico que además de aportar potencia y dinamismo a este conjunto, supo maniobrar con coherencia, respeto y buen tacto los solos que las distintas partes del repertorio solicitaban, compartiendo con el músico invitado esas partes de las canciones permitiendo que todo fluyera muy natural y oportuno. Lucky Lucke detrás de los tambores y Capitan Ded en el bajo fueron una plataforma firme para sostener buenas estructuras armónicas y melódicas, dejando que las guitarras lucieran una y otra vez con esa capa protectora de una base eficaz y sin fallas.
Naturalmente, la mayoría de las miradas estuvieron concentradas fuera de todo esto y la voz central, en la presencia del guitarrista invitado. Exponiendo un nivel de excelencia y talento deslumbrante en cada una de sus intervenciones en el concierto, Héctor “Boff” Serafine desarrolló anoche con sus compañeros una actuación carismática y seductora, mezclando maravillosas capas de su entramado eléctrico con una bellísima gama de solos con su instrumento. Resulta indispensable recordar que el calificado violero utilizó ayer en el espectáculo en el “Club Lucille” una guitarra “Sterling” de siete cuerdas, un aparato que demanda otra técnica de ejecución para usufructuar apropiadamente esa ampliación que posee en sonido. Lejos de espantarse con el desafío, “Boff” aprovechó cada bloque de la actuación para ir configurando segundo a segundo una demoledora “master class” con sus dedos en el diapasón, dejando equilibrado de a ratos todos esos acelerados recorridos propios de la ciencia ficción con sonidos definitorios, para ponerse al hombro la firme construcciòn armónica de la banda, cediéndole así un espacio muy destacado al hijo del cantante. Su elocuencia y ese buen gusto con las notas elegidas, dejaron en claro porque fue el músico aplaudido de la noche en una interpretación brillante de principio a fin.
La actuación de “Michel Peyronel y Los Humanoides” ayer en el Club Lucille expuso la maduración del grupo con sus últimas presentaciones, dejando en claro que la frecuencia de shows ha mejorado mucho el rendimiento de la banda, formación que en la próxima ocasión mostrará el reemplazo del guitarrista invitado por Arito Rodríguez, que tocó en la edición del festival cervecero en Tecnópolis, un concierto previsto para agosto en el local “Uniclub” en el barrio del Abasto. En medio de una poderosa tormenta que sacudió todo el contexto urbano en Capital Federal, impidiendo un tránsito fluído, la gente no titubeó a la hora de dirigirse al show de este grupo, una gran banda que con su sonido y ejecutantes dejó en claro que suenan más rockeros que la mayoría del movimiento musical argentino en la actualidad, salvando muy claras excepciones. Con canciones inoxidables que dejan traslucir el maravilloso catalogo de temas que dejó “Riff” antes de la muerte de Pappo el 25 de febrero de 2025, ayer la banda del baterista original le rindió el mejor homenaje a esas mágicas composiciones en un espectáculo tan entretenido como inolvidable.
Fotos Show «Michel Peyronel y los Humanoides» (Invitado especial Héctor «Boff» Serafine) : Gabriel Imparato (Agencia Noticias 1440)