Andres Calamaro cerró en “Noches Capitales” su gira internacional: Un histórico reencuentro en la ciudad de las diagonales

El legendario rockero protagonizó un deslumbrante y emotivo concierto en el Hipódromo de La Plata ante 20 mil personas, esperada fecha en suelo bonaerense que sirvió como despedida de su tour 2025 lleno de momentos inolvidables generados por “El Salmón” y sus socios.

 

(Capital Federal – Domingo 07 de Diciembre de 2025) En un fin de semana largo por el feriado religioso de mañana, la actividad artística se multiplicó en las últimas horas, algo que pudo comprobarse anoche en La Plata, cuando a las 21 horas dos eventos musicales de enorme convocatoria convivieron en la ciudad bonaerense a 30 cuadras de diferencia, alterando la habitual tranquilidad y calma de los residentes de la zona. El exitoso ciclo “Noches Capitales” vivió su antepenúltima jornada en el Hipódromo, formato que contempla las actuaciones de Guasones y Wos los días 13 y 20 de este mes, con un espectáculo que quedará grabado a fuego en la memoria de aquellos que se acercaron al tradicional campo de carreras hípicas a pocas cuadras de la estación de trenes. Después de un largo bloque de música funcional con mucho blues de los ‘70s mientras la multitud se acomodaba en los distintos sectores del predio techado para carreras equinas, finalmente a las 21:18 las luces se apagaron y los intérpretes pusieron en marcha un show que no solo conmocionó a las 20 mil personas que acudieron al concierto, sino a una ciudad que lo esperaba ansiosa tras una extensa franja de tiempo sin visitar la histórica ciudad de las diagonales. Andrés Calamaro, coronando un 2025 memorable por sus infartantes actuaciones en vivo, regresó a un lugar que debió esperar más de lo imaginado para disfrutar de un genial artista que no necesita la excusa de un nuevo álbum o alguna banal cuestión de redes sociales.

Por esas cosas del destino, luego del suave testeo operativo con un par de fechas en Junín, este tour del legendario rockero abrió formalmente su grilla de actuaciones masivas en el festival “Quilmes Rock” en abril pasado y anoche cerca de las 21:20 cerró una temporada repleta de grandes presentaciones, las cuales incluyeron en su recorrido la habitual trilogía de conciertos en el estadio Movistar Arena y un cierre multitudinario ayer en el cruce de 44 y 116, donde más de 20 mil personas acudieron sabiendo que el recital anunciado era la última fecha para ver a un referente ineludible de la historia clave de la música en este cruce de milenios.  A lo largo de todos estos meses la lista de canciones fue cambiando bastante y la principal re-configuración ocurrió a fines de noviembre, cuando el músico se concentró en las fechas del moderno court de Villa Crespo, donde participaron en carácter de invitados varias figuras del panorama pop-rock argentino.

Sin embargo, el tema que en vivo provoca una concatenación de incontables emociones positivas permaneció fijo en el mismo sitio del listado y su sola ejecución, provocó de inmediato un elocuente estallido de felicidad y placer en aquellos que lo conocieron allá por septiembre de 1997. Está muy claro que “Loco” es mucho más que un himno clave en el magistral álbum «Alta Suciedad”, despampanante hit convertido en la actual tournée en una pieza de dance pop jazzero, respirando ese hipnótico espíritu Los Angeles que la placa exhala en muchas de sus composiciones.

La nave musical del enrulado cantautor había despegado del “Hipódromo Dardo Rocha” justo cuando la temperatura había descendido 13 grados en apenas pocos minutos, noche que en ese poderoso carreteo inicial con “Crímenes Perfectos” y “Te quiero igual” dejó en claro que el músico sabe combinar esa dotación de hipnóticos capuchinos sonoros con un inigualable mix de gracia y seducción como nadie. Con la bella pista de carreras hípicas convertida en una momentánea “discoteca new millenium”, lo que vino después fue una sucesión de momentos tan mágicos como incandescentes. El artista porteño a esta altura de su carrera no solo está acompañado por muy brillantes intérpretes, que entienden sin titubeos el perfil instrumental sino que ese escuadrón de “mosqueteros del pop-rock” sabe llevar sincronizadas todas las pulsiones de un espectáculo, que cualquiera podría ver más de una vez encontrando las múltiples lecturas de un sorprendente creativo que desparrama clásicos de manera muy certera y contundente. Ayer, ante una audiencia que lentamente asumió que podía cantar firme acompañando a su ídolo, la secuencia recorrió canciones como “Rehenes”, “Carnaval de Brasil” o “Cuando no estás”, para la cual invitó a escena al músico platense Santiago Motorizado. La presencia del ascendente cantautor bonaerense sobre el escenario, fue el inicio de un largo homenaje y agradecimiento que “El Salmón” concretó en su regreso a esa renovada urde repleta de diagonales y plazoletas.

Protegido de a ratos con una gorra de béisbol oscura y unas gafas oscuras para no cansar su vista con las luces de seguimiento, Andrés emocionado por los coros que la gente todo el tiempo disparaba, sucumbió como ocurre en estos casos cuando la gente asume ese rol tan distintivo acompañando al protagonista desde abajo del escenario. Agradeciendo ante la multitud su masiva presencia en una noche donde también otra multitud se daba cita en el Estadio El Unico por otro concierto, el rockero admitió que hacía mucho tiempo que no se presentaba en La Plata. Calamaro dijo que su última estadía musical había ocurrido en ese gran estadio de 32 y 25 acompañando al Indio Solari, instantes donde una poderosa ovación lo cubrió veloz  de manera automática. Aludiendo al líder de los Redonditos de Ricota, enseguida los más memoriosos recordaron que el tecladista había participado los días 20 y 21 de diciembre de 2008 como invitado central del calvo cantante, cuando este desembarcó con el gran “Porco Rex Tour”, noches donde ambos interpretaron “Veneno paciente”, “Esa estrella era mi lujo” y “El Salmón” en dos veladas de pura pasión rockera. Entre aquél histórico encuentro en El Unico y la fecha realizada ayer en el Hipódromo Dardo Rocha, habían transcurrido 17 años, razón por la cual el glorioso autor de “La ví comprándose un sostén” expresó sus elocuentes disculpas por demorarse tanto en volver a la ciudad.

El espectáculo siguió con otra velocidad y así desfilaron “Para no olvidar”, “Cuando te conocí”, “Me arde” y “A los ojos”, donde se hizo presente el guitarrista Juanchi Baleiron (Pericos) como el segundo invitado de la noche. La ceremonia interpretativa fue mutando de climas con tracks como la briosa “Output Input” o “Los aviones” en tono LA a puro piano Nord, tras lo cual el anfitrión decidió merecidamente presentar a la formación que lo vino acompañando en este febril calendario. En medio del correspondiente enunciado de sus músicos, el dueño de la noche tal como ocurrió en la despedida del Movistar Arena decidió colar un tango en la fiesta. Así como en el court de Villa Crespo había cantado solo con la íntima compañía del piano de German Wiedemer la sensual “Naranjo en flor”, anoche fue el turno de “Cafetín de Buenos Aires”, recordando antes al cantante Edmundo Rivero y luego a los compositores Mariano Mores (música) y Enrique Santos Discépolo (letra). La recorrida por canciones instaladas a fuego lentamente regresó a paso vivo a su esperada velocidad crucero, instantes donde asomaron “Nacidos para correr”, “Donde  manda marinero” y “Tuyo siempre”, la cual cerró con varios compases de “Mil Horas” ante una multitud que coreó el arreglo de los bronces como si se le fuera la vida. Llegaba la recta final para una emotiva despedida sin fisuras, en una noche que se disfrutaba más con un viento fresco, coreografiado por relámpagos que iluminaban el fondo de la enorme estructura edilícea perteneciente al predio de carreras equinas.

La conclusión tuvo dos tramos bien diferenciados. Primero sonó “Mi enfermedad”, una joya de “Los Rodríguez” que primero cobró masividad con Fabi Cantilo y luego con esa banda hispano-argentina, para luego tomar trepidante velocidad con “El Salmón”. Luego de esa estocada rockera que grabó el Indio Solari en un disco de versiones producido por Lito Vitale a principios de milenio , Andrés retomó el pulso rockero más barnizado de sonidos del Oeste norteamericano con “Alta Suciedad” mientras la gente hacía coros impecables en todos los versos y estribillos. La pátina más ligada al período de residencia en la madre patria se corporizó con “Sin Documentos”, y tras cartón el grupo encaró las dos canciones de clausura protocolar. Para encarar con un toque ligado a la ciudad elegida para esta despedida nacional, Calamaro convocó veloz a escena a Manuel Moretti (Estelares), quien puso mucho entusiasmo para acompañarlo en la contagiosa “Estadio Azteca”. El cierre de esa secuencia fue con “Paloma”, mientras la audiencia volvía a sorprender al anfitrión con sus coros, instantes donde el dueño de la fiesta decidió quitarse la gorra, sus anteojos oscuros  y de inmediato besar el suelo del escenario mientras las casi 22 mil personas lo ovacionaban de manera estruendosa, ante ese sentido gesto del notable rockero frente a una multitud que desbordaba en felicidad y agradecimiento.

Obviamente este banquete se reservó para el desenlace dos momentos inolvidables. Por un lado una versión de “Flaca”, bastante más guitarrera y espacial con inédito cambio de semitono en el final con un arreglo propio del film “Space Cowboys” dirigido por Clint Eastwood, donde el público le terminó ganando la batalla melódica al grupo refractando con sus coros al inmaculado e inolvidable arreglo de los bronces. En este festín deslumbrante, Andrés todavía se guardó para el final una sorpresa, con el regreso de Juanchi Baleiron para poner un moño de lujo al concierto con “Los Chicos”, es canción que habla de manera emotiva sobre aquellos que ya no están. La obra tuvo dos aspectos especiales: por un lado la proyección de una nueva concatenación de imágenes de varios músicos que partieron físicamente, la cual ahora aparece armada con inteligencia artificial recreando un almuerzo de varios amigos en torno a una mesa alargada.

Ahí aparecieron, copa de tinto en mano, el zorzal criollo Carlos Gardel, el torero Rafael de Paula, Luca Prodan, Willy Crook, Ricardo Iorio, Norberto “Pappo” Napolitano, Miguel Abuelo, Federico Moura, y justo en el centro de esa imaginaria mesa rodeando a Diego Maradona, nada más y nada menos que Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati. Entre el emotivo tema, la selección de imágenes de aquellos que ya no están y la presencia del actual líder de Pericos en escena, la gente fue subiendo en pulsaciones y los coros no se hicieron esperar, sin saber que el anfitrión tenía reservada una bellísima sorpresa para los platenses. Enganchado con el final de esa canción, Andrés y sus músicos unieron ese hit del álbum “La Lengua Popular” con “De música ligera” desde su segundo verso y hasta el final del clásico de Soda Stéreo, instantes en los que el hipódromo se convirtió en un descontrolado volcán rockero expulsando lava eléctrica y fogonazos corales.

La multitud se rompió las manos aplaudiendo mientras la banda se acercaba al borde del escenario para saludar, entendiendo de manera automática que semejante fiestón rockero había concluído en una escala superlativa. El impacto del histórico “abuelo de la nada” no es casual en los tiempos que corren, ecuación donde “gran listado de hits” más un grupo con “fantásticos ejecutantes”, afortunadamente lleva al brillante resultado que las últimas temporadas vienen reflejando, con audiencias multitudinarias convirtiendo a los extensos tours del artista en permanentes ceremonias de placer artístico, emoción social y muchos momentos propios de un genial creativo como este calificado cantautor porteño. La banda que cerró el 2025 es un dechado de magníficos intérpretes, con las sabias guitarras de dos ejecutantes tan certeros como Julián Kanevsky y Brian Figueroa, quienes se reparten con prolijidad los solos del repertorio, sustentados en la multi-dinámica base que conforman el maravilloso Mariano Domínguez en el bajo y Martín Bruhn en su batería. El tecladista  Germán Wiedemer no solo es el más veterano de la formación, sino también un adecuado coequiper del anfitrión  en arreglos o momentos fuera de programa, como esos tangos que tanto le gusta cantar sorpresivamente al enrulado fan de Independiente. Este año la banda de gira contempló el anexo de Pablo Fortuna (saxo y percusión) y Andrés “el niño” Ollari (trompeta y percusión), quienes han potenciado ciertos arreglos que ahora con los bronces suenan mortalmente imbatibles.

El ciclo “Noches Capitales” que tuvo a figuras de peso como Miranda o Los Fabulosos Cadillacs en fechas anteriores, debe su plataforma de eventos a la histórica maniobra que en su momento concretó Aquiles Sojo para la productora “Ake Music” trayendo el pasado 12 de febrero de 2010 a la cantante norteamericana Beyoncé, predio que rinde muy bien para el formato de conciertos en las plateas techadas. Desde aquél momento a la fecha el uso de este circuito para carreras hípicas representa una opción muy válida para concretar la realización de recitales, temporada 2025 a la que le restan los shows de “Guasones” el sábado 13 y “Wos” el sábado 20 de diciembre en este bello predio céntrico. La desconcentración del lugar resulta en verdad distendida, espacio para espectáculos que se halla a muy pocas cuadras del microcentro y la terminal de buses de media y larga distancia. La afiatada productora “Gonna-Go” ha sabido aprovechar este ámbito de realizaciones, jornadas para publico ATP que vienen reuniendo cifras impactantes en la conocida localidad bonaerense, fruto de la destacada campaña de prensa y marketing que asumió CZ Comunicación desde el año pasado cuando se gestó el ciclo en esta zona cercana a la estación de trenes. Ayer Andrés Calamaro, después de 17 años de ausencia, volvió a la ciudad de las diagonales para renovar su romance con toda la gente de este lugar, emotivo reencuentro que obró como destacado cierre de su gira internacional, un concierto de brillantes momentos musicales con un artista que con el paso del tiempo se renueva como los mejores vinos, portando ese bouquet de autenticidad y seducción que muy pocos pueden alcanzar alrededor del mundo.

Ciclo “Noches Capitales” – Andrés Calamaro – Sábado 06 de Diciembre de 2025 – Una producción integral de “Gonna-Go” en el Hipódromo “Dardo Rocha” de La Plata. (Lista de canciones: 01) Crímenes perfectos – 02 Te quiero igual – 03) Loco – 04) Rehenes – 05) Carnaval de Brasil – 06) Cuando no estás (Santiago Motorizado) – 07) Para no olvidar – 08) Cuando te conocí – 09) Me arde – 10) A los ojos (Juanchi Baleiron) – 11) Output Input – 12) Los aviones – 13) Cafetín de Buenos Aires (piano y voz) – 14) Nacidos para correr – 15) Donde manda marinero – 16) Tuyo siempre (con Mil horas)– 17) Mi enfermedad – 18) El salmón – 19) Alta suciedad – 20) Sin documentos – 21) Estadio Azteca (Manuel Moretti) – 22) Paloma // 23) Flaca (version 2025) – 24) Los chicos (De música ligera (Soda Stéreo) – I want’t you) (Juanchi Baleiron)Músicos: Julián Kanevsky (guitarras y voz) – Germán Wiedemer (teclados) – Mariano Domínguez (bajo) – Martín Bruhn (batería) – Brian Figueroa (guitarra) – Pablo Fortuna (saxo y percusión) – Andrés “El niño” Ollari (trompeta y percusión) – Andrés Calamaro (Piano Rhodes – Sinte Roland GAIA – Guitarra Grestch – Marimbas – Voz Líder)

Prensa de show y Fotos: Agencia CZ Comunicación 2025 (Vicky Zapata – Ernesto Chalita) (Asistente para La Plata: Gonzalo Rodríguez)