Wolf Alice lanzó “The Clearing”: Un conjunto muy consolidado con un fantástico álbum a destiempo en el tiempo

La banda que lidera la cantante Ellie Rowsell publicó su cuarto disco de estudio, una gran producción con 11 temas muy atractivos enfocados en una gran época artística, sumando detalles creativos de este milenio que le brindan una destacada actualidad.

 

(Capital Federal – Domingo 24 de Agosto de 2025) La música atraviesa una gran crisis de composición y cada vez cuesta más encontrar discos con canciones interesantes. Todos se viven copiando entre sí, sea cualfuere el estilo, la forma de armar los arreglos y tambièn las temáticas abarcadas. Todos se volvieron ambientalistas, ecológicos, políticamente correctos, respetuosos de la naturaleza, por más que sus relaciones sentimentales sean un bochorno inconmensurable y tengan más hipocresía que el Congreso Nacional Argentino en los tiempos que corren. La existencia de Youtube, los programas de grabación que dan respuesta a esos problemas donde todos cantan como el culo y no afinan jamás, además de proponer fotocopias sonoras de tres minutos y medio que cada vez asoman más y más quemadas, nos dejan delante de miles y miles de intérpretes que están muy sometidos por la brutal desgracia de poner todas sus energías en la pantalla de un celular, desvalorizar los ensayos con sus compañeros y la inocultable presión de ser exitosos aunque alguno quede brutalmente parapléjico en el camino. Hay que triunfar sí o sí, a como de lugar, sin importar el costo, con decisiones que se anteponen al sentido común y la advertencia de aquellos que lograron algo pero que hoy no saben hacia donde dirigir sus futuros pasos, porque viven copiándose permanentemente y esperando en primera instancia que el éxito oculte cualquier debilidad existente.

Le pasa a las figuras locales, le sucede a los artistas extranjeros no latinos, porque hoy los latinos sea cual sea su estilo, se viven clonando entre ellos con duetos horripilantes de un paupérrimo nivel compositivo. Para mal de males, aquellos referentes indudables que vienen del viejo milenio atraviesan una crisis existencial porque ya no cuentan con aquél beneplácito de una popularidad demoledora, porque los más jóvenes se llevan las cifras más elevadas de oyentes. Hay crisis creativa y quienes se toman la molestia de escuchar un nuevo álbum, descubren que nadie piensa en el disco como formato completo de temas sino en un compilado de singles que fueron publicando de a cuentagotas, buscando que en algún instante aparezca ese milagro que les permita convertirse en superestrellas llenando un estadio con apenas un par de composiciones bastante discutibles. Los medios no ponen tampoco mucho para levantar la vara existente y cuando algún sello discográfico asume la decisión de anticipar un lanzamiento con una escucha privada para los redactores que han de publicar la información, la desilusión es notoria. Sony Music Argentina decidió invitar a más de una docena de medios para escuchar completo el cuarto álbum de estudio de la banda Wolf Alice, titulado “The Clearing”. Los comunicadores que pudieron vivenciar el contenido completo de este álbum, lo hicieron en el nuevo estudio “Ocho Music Records” de la calle Cabrera 5674, un moderno y avanzado complejo de salas para grabar y editar, propiedad del ascendente músico y empresario Mariano D’Aquila, pero resulta triste que algunos nuevos comunicadores prioricen una pantalla telefónica, a fijar la vista en algún punto fijo y escuchar serenos en foco lo que hacen los intérpretes.

Para entender el contexto actual previo a la salida del cuarto álbum de este grupo, resulta procedente señalar que Wolf Alice es una banda de rock alternativo del norte de Londres (Inglaterra), pero que comenzó como un dueto con Ellie Rowsell (vocalista, guitarra) y Joff Oddie (guitarra, voces) allá por 2012. A ellos se sumaron posteriormente Theo Ellis (bajo) y Joel Amey (batería, vocalista). Ya como banda de rock, publicaron sus primeros singles en 2013, año donde lanzaron “Blush”, su primer EP. El segundo, apareció durante mayo de 2014 bajo el nombre de “Creatures Songs”. Siguieron las canciones “Giant Peach” y “My Love Is Cool”, tras lo cual llegó “My love is cool”. álbum que vio la luz en junio de 2015. Pasaron dos años y recién a mediados de septiembre de 2017 lanzaron su segundo disco llamado “Visions of a Life”, material que recibió el Mercury Prize 2018 marcando el especial impacto de esa publicación. Como cualquier banda en crecimiento, recién el 4 de junio de 2021 se conoció el tercer álbum de estudio, denominado tras varios cabildeos “Blue Weekend”, grabación con la que llegaron al número 1 de todas las listas británicas. Sin dudas, tras las restricciones de la post-pandemia, las cosas se acomodaron recién hace un año y medio, momento donde esta formación asumió que ya se debía ante sus seguidores alrededor del planeta un nuevo material, el cual cobró forma a finales del 2024, tomándose la determinación de lanzarlo un año más tarde con todos los aspectos y detalles verificados, disco que vive sus primeros días de difusión oficial.

Wolf Alice sin dudas podía haberse quedado en la cómoda, hace un álbum intrascendente lleno de rock saturado de guitarras sónicas, para quedar bien con la pléyade del rubro y no comprometer su futuro donde el riesgo es algo que pareciera no encajar con el paladar del grupo cautivo de numerosos fans que los siguen desde sus arranques. Sin embargo, estos intérpretes dejaron el facilismo de lado ofreciendo un disco emparentado con un perfil de canciones ajenas a los tiempos que corren, lo cual se agradece con profundidad después de escuchar once temas que despliegan una intimidad y sensibilidad muy elocuente en los temas propuestos para esta ocasión. Ellie Rowsell es afortunadamente una compositora y cantante talentosa que sabe lo que quiere, una joven artista que se propuso con la salida de “The Clearing” evocar algo que nos remonta a los bellos tiempos de Fleetwood Mac o el inicio de la carrera creativa de Carly Simon, un disco de concepto donde no hay trucos digitales sino una banda exhibiendo pura tracción a sangre con muy buenas obras hechas con instrumentos tradicionales y algún posterior retoque coral muy oportuno. El resultado es sin dudas uno de los mejores cinco discos internacionales publicados este año, un gran álbum que ya está en las plataformas, aunque lamentablemente aquí en Argentina esté en duda su posterior publicación en formato de tradicional disco compacto.

Las 11 canciones muestran matices muy distintivos. “Thorns” es una balada mid-tempo con piano y voces espaciales, un estribillo muy pegadizo y coros que tranquilamente son de la factoría de la familia Brócoli en los films del agente secreto 007. “Bloom Baby Bloom” coquetea con una base semijazzera, voces muy agudas y tambores repiqueteando sobre la magnetica voz de Rowsell para luego mutar a rock furioso sin piedad. “Just Two Girls” es una pieza de pop 60’s/70’s muy ganchera con piano y voces latiendo en ajustado orden. “Learing against the wall” arranca con voces de la gente para dar paso a una base country donde los sintetizadores y guitarras acústicas ensamblan un decorado implacable de armonías muy logradas. “Passenger Seat” es un tema guitarrero electroacustico lleno a más no poder de ese loop rítmico bien alcanzado. “Play It Out” construye sobre un genial piano barroco y una voz íntima  frente al micrófono una secuencia de acordes pegadizos y la compañía de las cuerda una base bien lograda. “Bread Butter Tea Sugar” encajaría para los entendidos como una arquitectura de rock brit con un piano bien tocado, voces puestas a discreción que incluyen un coro a lo “Beach Boys” sobre una base final pegadiza. “Safe in the World” es el momento sereno del álbum con bajo y guitarra atenuados, mientras la voz de Ellie tributa disimuladamente el look de la mitológica Karen Carpenter. “Midnight Song” ofrece un entretejido de guitarras bien esgrimidas con voces y cuerdas ubicadas en sitios estratégicos. “White Horses” cumple la función de proponer un rockito pegadizo en donde canta el baterista Jopey Amey, respaldado por coros la usanza de las chicas de los “B52”. Cierra esta obra “The Sofa”, un desenlace muy apropiado con la intimidad vocal a pleno, una guitarra realmente muy delicada y una base firme en velocidad crucero.

Compuesto en Seven Sisters y grabado en Los Ángeles con el productor maestro ganador del Grammy Greg Kurstin el año pasado, “The Clearing” se lanzó hace pocas horas y revela dónde se encuentra Wolf Alice sonoramente, ofreciendo con plenitud una firme colección de canciones llenas de ambición, ideas y emoción para sus fans o todos los que se animen a sumergirse en un disco verdaderamente atemporal, porque este cuarteto del norte de Londres propone viajar hacia otra época pero sin perder contemporaneidad, casi como un viaje en la máquina de tiempo que usaba el inolvidable actor Rod Taylor. La banda ha recorrido un largo camino desde que surgieron en 2013 como un grupo joven que sostenía un espejo frente a su propia generación emergente. Con este cuarto trabajo de estudio, “The Clearing” los halla en la cima de sus poderes, convertidos en un equipo musical de importancia generacional, conjunto que celebró la salida del álbum con un espectáculo de lanzamiento en The Dublin Castle en Camden, terreno sagrado para una banda cuyo impacto en su norte de Londres natal es imposible de medir. Esta celebración continuó con un evento especial donde los fanáticos pudieron escuchar el álbum temprano y acceder a productos exclusivos, tarea promocional que incluyó la actuación de la banda en “Jimmy Kimmel Live!” por televisión, tocando “Bloom Baby Bloom”. La agrupación ya tiene prevista una gira con entradas totalmente agotadas por toda América del Norte, Europa, Reino Unido e Irlanda, mientras es un misterio saber si arriesgaran venir a esta parte del continente. Hasta el momento Wolf Alice solo llegó para tocar hasta México, pero la audiencia lejos estuvo de valorar ese topacio sonoro que son estos jóvenes artistas de gran calidad compositiva.  La llegada de “The Clearing” los ubica en un sitio muy alto en la consideración general, banda que cuenta con una superlativa cantante y guitarrista como comandante del notable viaje musical que propone este álbum, indudablemente uno de los cinco lanzamientos claves del calendario 2025.

Wolf Alice (Formación actual) Ellie Rowsell:vocalista principal y guitarra / Joff Oddie: guitarra y voces/ Theo Ellis: bajo / Joel Amey: batería y voces/ Ryan Malcs (intérprete de tour): teclados y sintetizadores.

Fotos Wolf Alice 2025: Guadalupe Casigno y Marisol Koren (Sony Music Argentina)