“Homo Argentum”, el nuevo film de Guillermo Francella, ya es la película argentina más vista del 2025

Los 16 episodios dirigidos por la dupla Cohn-Duprat, tal como se esperaba, arrasó en la taquilla con 689.272 mil espectadores en su primera semana, un estreno que obró como excusa obvia para que algunos fustiguen al actor por su pensamiento sociopolítico.

 

(Capital Federal – Jueves 21 de Agosto de 2025) Después de impresionantes semanas de acciones mediáticas que comprendieron numerosas entrevistas que el protagonista, los directores y el resto del elenco desarrollaron en distintos medios, amén de una privada con importantes figuras del espectáculo y otras áreas acompañando la esperada llegada del nuevo trabajo cinematográfico argentino a los complejos de cine, el jueves 14 todos los amantes del séptimo arte pudieron degustar a fondo el film “Homo Argentum”. El interés existente por esta película con una figura súper popular se caía de maduro y así ocurrió con los números de sus primeros días de exhibición: en los primeros seis días esta flamante realización protagonizada por el actor de “Los Marziano” consiguió un total de 689.272 espectadores, convirtiéndose con esta convocatoria en el estreno nacional más visto de la presente temporada, un punto realmente no menor tomando en cuenta que todas las producciones locales cinematográficas lanzadas hasta la fecha no pudieron lograr números significativos de recaudación comercial. Por su temática, esta realización con un protagonista tan conocido que ha hecho público sus puntos de vista del país y también de la industria en la que está involucrado, naturalmente detonaron de inmediato contundentes posturas a favor y en contra de la película estrenada hace solo siete días en nuestro territorio.

Esta producción fílmica del dueto formado por Mariano Cohn y Gastón Duprat tiene ya cinco jornadas en todos los circuitos de exhibición, siendo “Homo Argentum” el flamante regreso al formato por el actor Guillemo Francella, sin dudas la persona ideal para encarar un proyecto de estas características, un original compilado de 16 mini-episodios donde el objetivo busca mostrar la forma de ser de los argentinos a través de distintos personajes interpretados por el actor de la comedia “La Familia Benvenuto”, acompañado en estas breves historias por diferentes y conocidos intérpretes. Sustentado en diferentes historias de menor o mayor duración temporal, se aprecian las distintas conductas y posturas del argentino promedio, estreno ocurrido hace siete días que solo necesitó apenas cuatro días para convertirse en el largometraje nacional más visto del año, confirmando a quienes siguen su carrera, que este film sería el responsable de despertar del prolongado letargo taquillero a una estructura cinematográfica bastante alicaída por múltiples y variados motivos. Si hay alguien con gran poder de convocatoria es este prestigioso artista que el pasado 14 de Febrero cumplió 70 años, una consolidada figura artística que también por estas agitadas horas, apareció en el foco de todos aquellos que lo detestan tanto por sus largometrajes como por su postura sociopolítica, contexto que también contempla a todas las figuras del mundo del espectáculo apoyando al conocido intérprete hincha de Racing.

Esta nueva película protagonizada por Guillermo Francella sin dudas está destinada en los tiempos que corren a despertar polémicas, posturas de aceptación o rechazo elocuentes, un tiempo donde la crispación y violencia verbal asoma encumbrado tras el instigamiento al odio que una nociva tendencia política rinde culto desde mediados de 2003. Sin dudas ya no importa si el largometraje es bueno, malo, maravilloso u olvidable, el asunto es que lo protagoniza Francella, un intérprete que está en las antípodas del pensamiento que una gran parte de sus colegas profesan, razón por la cual es condenado y hostigado de manera violenta de forma permanente por el simple hecho de pensar diferente a ellos. Resulta sin dudas absolutamente patético y bochornoso que una gran parte de la estructura mediática actual en sistemas noticiosos, exhiba con desparpajo sus odios, venenos, resentimientos y voluminosas violencias verbales hacia una persona por no coincidir en estas épocas con el discurso instalado desde una estructura política cuyo líder cumple por estas horas prisión efectiva por un gravísimo caso de corrupción. Si a esto le sumamos que varios días antes del estreno, el reconocido actor realizó ciertas declaraciones sobre el triste presente del mundo cinematográfico nacional, está claro que las agresiones – directas o indirectas- al protagonista de “Casados con hijos” son tan obvias, previsibles y fuera de lugar por gran cantidad de personas que, envenenados mentalmente, desandan su violento rechazo a los que no concuerden con sus discutibles postulados sociales y políticos.

La nueva producción titulada “Homo Argentum” gestada por la dupla Mariano Cohn y Gastón Duprat, intenta poner el dedo en la llaga de la forma de ser de los argentinos, una intención que se proyecta en 16 episodios argumentales donde el reconocido actor nacido en 1955 encarna igual cantidad de personajes pensados para mostrar definidamente cada una de esas “conductas patrias”, exhibiendo desde esa óptica mayormente analítica una gran cifra de actitudes hipócritas, oportunistas, tan polémicas como discutidas por todos aquellos que al ser sentirse silenciosamente identificados, apelan a la descalificación de este largometraje como a quien lo protagoniza en los 98 minutos que dura esta producción fílmica. Quienes suelen disfrutar los “títulos mediáticos”, se animarán a señalar que este compendio son los “Relatitos Salvajes” del tandem Cohn-Duprat, pero también conviene señalar que la diferencia entre la histórica película de Damián Szifrón nominada al Oscar y este proyecto con Guillermo Francella como figura central, es que el reciente estreno no  solo muestra discutibles reacciones de sus personajes, sino también esos comportamientos que no están precisamente en la cornisa de la violencia, sino todo lo contrario al exponer personajes que afectados por ciertas cosas de la realidad, exponen su debilidad frente a situaciones que no atinan a controlar, ofreciendo impactados una reacción bastante más racional ante esos inesperados conflictos de la vida cotidiana.

La idea de encarar esta película que el jueves 14 llegó a todas las salas, asomó como proyecto a partir de una sugerencia de Guillermo Francella, quien insistió a los directores Cohn y Duprat para ver el film “I Mostri” de 1963 (del realizador italiano Dino Rissi), película de sketches satíricos italianos, material que a primera visión entusiasmó a los realizadores para concretar una versión argentina de una postura analítica de la forma de ser nacional, idea que cobró fuerza y consistencia en las semanas en que este dueto y el prestigioso actor realizaban los capítulos para la cuarta temporada de la famosa serie de streaming “El Encargado”. En un pálido 2025 donde los films nacionales estrenados en el país siguen provocando números totalmente escuálidos en la taquilla comercial, que una producción encare un largometraje con un intérprete muy destacado en estas últimas décadas, asoma sin dudas como la enorme carta triunfal no solo para conseguir la mayor recaudación del año. Ese objetivo ya ocurrió y además pudo establecer que una especial forma de hacer cine, es la que desata que gran parte de la audiencia deje su típico desgano en algún cajón de la cocina, para emprender el camino a un complejo cinematográfico, con el poderoso interés de encontrar en una sala a oscuras algo más que muy desgastados superhéroes, esas decenas de vomitivas producciones de terror que no asustan a nadie y las incontables realizaciones de calificada animación, productos que lucen todos iguales y soporíferos, una opaca época donde todas estas producciones extranjeras monopolizan mayormente todas las salas del país.

Este proyecto cinematográfico de la dupla Cohn-Duprat llega en un momento especial del vínculo que el actor Guillermo Francella tiene con sus colegas, los medios, la industria y sobre todo, con aquellos que no tienen su mismo punto de vista sobre el país, algo que por estos días adquirió una monumental reverberancia no solo con algunas declaraciones del exitoso artista en un muy nauseabundo formato de streaming, sino también por todas las declaraciones de esta prestigiosa figura artística desde principios del año 2024, las cuales en su momento le valieron una andanada de agresiones propias de esta sociedad arruinada por una violenta facción política. A diferencia de una enorme cifra de colegas que durante el nuevo milenio fueron brutalmente coptados por un grupo político que enmarcó a todas estas personas en una cofradía bendecida por su respaldo a una estructura gubernamental, la cual hoy desfila en los estrados de Comodoro Py por causas de corrupción y traición a la patria, el añejo protagonista de numerosos ciclos de tv y películas de taquilla masiva fue elocuente al respaldar muchas de las políticas implementadas en el país desde el 11 de diciembre de 2023, lo cual le granjeó convertirse en el enemigo público de la agrupación que gobernó durante el difícil lapso pandémico y la post-crisis sanitaria. Los intérpretes que responden a dicho signo político del nuevo milenio, algunos muy intrascendentes y mediocres personajes que se autoconsideran artistas sin autocrítica alguna, salieron como se esperaba a crucificar a Francella de la manera más mediocre y agresiva que se recuerde en muchísimo tiempo.

Esta furibunda catarata de comentarios denostando al exitoso integrante de “El secreto de sus ojos”, cobró vehemencia y nuevas formas de expresión cuando Francella sostuvo ante un muy insulso panelista de streaming que “una parte del cine argentino le da la espalda al público”, lo cual pareció enardecer a las hordas que responden a un cuestionado perfil político, días en los que este actor fue calificado por poco de “Anti-Cristo” o el “Judas de la industria actoral”. Lo que hizo el protagonista de “La Familia Benvenuto” fue desnudar ante la sociedad un tema que nadie quiere tocar en profundidad, totalmente vinculado con la despampanante y polémica dilapidación de recursos del Incaa en realizaciones que recibieron millonarios créditos por adelantado para concretar films, documentales u otros formatos que no alcanzaron cifras elocuentes de asistencia a las salas, desnudando así que esos fondos se entregaron más por un procedimiento de respaldo al clan militante que por lógicos motivos artísticos, proyectos que tuvieron nulo respaldo del público a la hora de adquirir su entrada y presenciarlos en los cines.

Cualquiera que visite semanalmente el Complejo Gaumont, denominado “Espacio Incaa – Kilómetro Cero”, sin dudas habrá notado que la mayoría de las realizaciones realizadas desde el 2003 al 2023 recibieron en una gran mayoría de los casos analizados menos de 1500 asistentes para verlas, habiendo recibido créditos por altas cifras que tranquilamente hubiesen gastado los grandes tanques del contexto mainstream. Como el reconocido actor  protagonista de “Homo Argentum” decidió exhibir la obscena maniobra que fugó de ese poderoso fondo destinado al fomento del cine multimillonarios recursos, los cuales en muchos casos se usaron para financiar sobre todo películas de respaldo editorial a grupos políticos que sembraron terror en la sociedad a principios de los años ‘70s, obviamente la camada de referentes del mundo interpretativo vinculados a esa franja política salieron de manera inmediata a masacrarlo sin titubeos, algo que no pareció importarle a Francella, quien durante la alfombra roja del estreno de esta película que vio la luz el jueves pasado, decidió refrendar todos esos conceptos, dando a entender sin ninguna clase de temores, que ninguna cuestionada facción extremista política podrá atemorizarlo en los tiempos que corren por denunciar numerosos comportamientos de indudable corrupción.

Con este clima previo y la tensión que significa poner en consideración un proyecto con estas características en la actualidad nacional, la enorme tensión tuvo un anexo inesperado  el martes 12 cuando el actual primer mandatario argentino en una reunión con miembros de su estructura político-gubernamental comentó feliz que había visto horas antes en una proyección privada en Olivos la película “Homo Argentum”, invitándolos a verla luego de una cena ofrecida por motivos relacionados a las actividades electorales previstas para los meses de septiembre y octubre en nuestro territorio. Ese elevó la temperatura social a horas del estreno y como esta nueva película pareció contar con el visto bueno del actual presidente en curso de esta circunscripción nacional, la casi totalidad de los medios el jueves 14 publicó críticas hacia el filme donde eludieron dispararle munición gruesa al actor, pero que obviamente golpearon sobre la producción lanzada, haciendo pública la enorme disconformidad e inocultable enojo que se respira en los principales matutinos con el actual sistema gubernamental, administración que canceló la millonaria pauta de publicidad oficial que se venía concediendo a estas empresas durante los últimos 22 años, recorte de gastos dentro de la “motosierra económica” aplicada en los últimos 20 meses.

Por ende, el análisis de la realización que el jueves 14 ingresó a todos los complejos que proyectan películas arribó con una fuerte carga ajena a lo estrictamente artístico, en una temporada donde el cine nacional definitivamente no hizo pie con ninguna producción local a la hora de vender entradas en las boleterías electrónicas o presenciales. Hoy gran parte de la ficción local deambula en todas esas series de streaming que se conocen en las plataformas digitales, proyectos que suelen contratar intérpretes que respaldan al signo político fuera del gobierno en los días que corren, unidades empresariales que no reportan las cifras de rating o consumo para evitar divulgar algunos números de audiencia que se disimulan con esta manipulación al no tener registros de Ibope Kantar o alguna entidad del estilo. Guillermo Francella en los últimas décadas asumió un contrastante cambio de perfil temático en sus realizaciones y formas de interpretarlos, dejando de lado muchos proyectos ATP  para reenfocarse en otro tipo de realizaciones, algo que tuvo su frontera divisoria con el film “Rudo y Cursi” del año 2008. Desde esa fecha a la actualidad, el actor dejó de lado proyectos de poderoso tono mainstream que lo convirtieron en un fuerte referente cinematográfico, realizaciones que tuvieron millonarios números de comercialización, con recordados films como El telo y la tele”, “Los caballeros de la cama redonda”, “Brigada Explosiva”, “Los bañeros mas locos del mundo”, “Johnny Tolengo el majestuoso”, “Los pilotos más locos del mundo”, “Bañeros 2 la playa loca”, “Los Extermineitors”, “Extermineitors 2: la vengaza del dragón”, “Extermineitors 3: la gran pelea final”, “Extermineitors 4: como hermanos gemelos”, “Un argentino en Nueva York”, “Esa maldita costilla”, “Papá es un ídolo”, “Un día en el paraíso”, “Papá se volvió loco”, “Bañeros 3: Todopoderosos”, “Incorregibles” y otras populares producciones.

Desde 2008 con su participación en el film realizado en México llamado “Rudo y Cursi”, Guillermo Francella decidió dejar de ser el artífice del contexto ligado al humor o temas más livianos para encarar realizaciones muy comprometidas, o aquellas que lo ubicaron en roles que jamás hubiese interpretado, tal los casos de “Un novio para mi mujer”, “El secreto de sus ojos”, “Los Marziano”, “Atraco”, “Corazón de León”, “El misterio de la felicidad”, “El Clan”, “Los que aman, odian”, “Animal”, “Mi Obra Maestra”, “El robo del siglo”, “Granizo” y “La extorsión”, sin olvidar su tarea como locutor en “Muchachos” (la película de la gente) vinculado al Mundial Qatar 2022. Desde ayer jueves arribó a todos los complejos cinematográficos el film “Homo Argentum”, una película que busca desde la óptica de la facturadora dupla Cohn-Duprat mostrar algunas características que revisten algunos comportamientos del “ser nacional”, con lo que esto significa planteando a los espectadores un análisis crítico de la identidad argentina, en tiempos donde el populismo sociopolítico ha decidido erigirse en juez ético y moral de nuestras conductas cotidianas.

Tanto Guillermo Francella como su calificado colega Luis Brandoni, saben que exponer nuevas producciones a la consideración del público y los medios en estos tiempos, es también arriesgarse a recibir una voluminosa serie de cascotazos no por sus postulados artísticos sino por su mirada de la realidad. Ambos han sido muy elocuentes rechazando de forma permanente las maneras de proceder de la entidad que agrupa a los actores, espacio que desde el 2003 a la fecha responde a un conocido signo político, un sindicato que incluye a intérpretes que ni bien alguien critica a esa tendencia ideológica, emergen como pirañas para descuartizar verbalmente a quien ose emitir ese comentario no respaldante a cierta estructura política. Por eso, tampoco sorprendió que la semana pasada un insulso programa de farándula de la tv abierta incluyese una prolongada entrevista con un artista muy identificado con esa postura ideológica, agregando además opiniones de seudo cronistas cinematograficos sobre esta nueva realización, quienes se desempeñan en medios con respaldo comercial de la oposición en los días que transcurren. El firme afán de buscar esta clase de polémicas solo se circunscribió a quienes se desempeñan en esta industria artística, puesto que la gente que habitualmente suele asistir a los complejos no suele estar pendiente de este tipo de asuntos analizados ajenos a lo estrictamente artístico.

La película de la dupla Cohn-Duprat plantea 16 formas del “ser nacional”, algunas mucho más logradas que otras, sobresaliendo la onírica estafa que sufre un multimillonario de una oportunista que lo acompaña en un ascensor, extorsionándolo por mucho dinero con denunciarlo por intento de abuso sexual, capítulo que coincidió con determinadas noticias relacionadas de la actualidad con este tema. Otra, muestra a un añejo padre de familia que le anuncia a sus hijos que se volverá a casar con alguien mucho más joven, lo cual desata en los primogénitos la desesperación de asegurarse patrimonialmente una parte de todos los recursos que antes no debían compartir con esta nueva persona. También aparecen en escena un empresario cripto que coquetea tecnológicamente con un lumpen barrial o un guardia de seguridad que fuera de turno experimenta una noche soñada en lo sensual con una joven que lo convida a participar de un trío en un costoso piso. Dos episodios dejan sabor a resolución fallida: el relator de la final del Mundial 2022 cuando Argentina salió campeón y un Presidente de la Nación, que ubicado en su escritorio de tareas a punto de dar un discurso entra en pánico, escena que le permite a Francella replicar uno de sus màs conocidos mohines televisivos ante la cámara cinematográfica. La dura evocación de un director de cine que maltrata a una comunidad indígena y luego, tras recibir un premio los reivindica pintándose el rostro como ellos, generó reacciones esperadas, especialmente a cargo de aquellos que concretan este tipo de producciones, que tienen una nula respuesta de taquilla en los complejos cinematográficos.

Resumir en 98 minutos esos 16 “relatitos salvajes” a lo Cohn-Duprat obviamente derivan en historias más logradas y otras con menos gracia o humor, aunque igualmente quien se lleva las palmas es el propio actor protagonista, quien con sus matices, personificaciones y tonos de interpretación hace convincentes a varios de esos arquetipos sociales. Dando pruebas de mostrar un retrato donde lo absurdo no está ausente, la película transcurre con dinamismo pero sin fanfarrias celebratorias por su andar, un film que disparará sonrisas o leves carcajadas ante algún efecto histriónico planteado a tal fin. Lo que conspira para no sumergirse en profundidad con los relatos presentados, es la enorme cantidad de “chivos”  comerciales puestos en off durante las escenas, batiendo todos los records existentes tanto en el cine como la pantalla chica, un verdadero plomazo. Sin un ritmo convincente o con la sensación que algunas de estas mini historias fueron cerradas a los ponchazos, “Homo Argentum” se ajusta a lo que podían plantear estos realizadores con impactante éxito en las boleterías en sus anteriores producciones, una película que compila una forma de ser que muchos analistas definieron más como porteñas que nacionales, otra de las polémicas que esta producción despertó desde hace una semana con su estreno, por más que 689.272 espectadores hasta esta madrugada hayan decidido ignorar en un necesidad de acudir al cine para entretenerse durante casi dos horas en la oscuridad de una sala. Con números totalmente contundentes en cuanto a recaudación, se estima que antes del lunes 25 esta película superará el millón de espectadores, realización que podría superar lo alcanzado por “Argentina 1985” con la actuación protagónica de Ricardo Darín, último film de la producción local en alcanzar desde la post-pandemia una importante cifra de asistentes a las salas cinematográficas.

Fotos film “Homo Argentum”: Agencia Raquel Flotta (2025)