El consagrado animador radial y la notable cantautora pop suman esfuerzos cada fin de semana en“Happy Hour”, un concurrido show teatral en la Sala Siranush con amenas pinceladas musicales en una fusión de recuerdos personales, neurociencia y mucha coctelerìa, nueva pasión social del recordado movilero de“Caiga Quien Caiga”.
Por Impareitor Network
(Capital Federal – Lunes 17 de Agosto de 2015) La imperiosa y demandante necesidad de no anquilosarse en una zona de confort ha ocurrido por segunda vez en la larga carrera de Andy Kusnetzoff, después de varias temporadas de radio y televisión , tiempos en los que ha decidido nuevamente abrevar por el camino menos esperado en algún aspecto, sin descuidar aquèl caudal de público que convirtió a“Perros de la calle”en un ciclo radial de impacto en la programaciòn semanal de Metro FM. Hace bastantes temporadas sintió la curiosidad de correrse del rol de movilero fuera de protocolo, un perfil que consagrò con mucha sapiencia, innovación y simpatía, pero que en las últimas temporadas del ciclo de Cuatro Cabezas terminò ultrajado y descocido por inútiles clones que jamàs estuvieron a la altura de los zapatos del hombre que hizo tocar el saxo a Bill Clinton en el sitio menos esperado del mundo. Su partida de“Caiga Quien Caiga”fue el inicio de una decantación que el ciclo vivenciò con el paso de los años, postura que luego imitò Mario Pergolini en recordada situación, programa que Ernestina Pais y Roberto Pettinato llevaron lo mejor posible con sus capacitados recursos para un ciclo que cada año empeorò el nivel de esos que debieron calzarse el traje de AK en la vìa pública sin la suerte de aquèl.
Han pasado muchos años y después de convertirse en uno de los puntales decisivos de la Metro FM, Andy Kusnetzoff sintió que la alternancia con algunos programas televisivos ameritaba desviarse de ese sendero que giraba en círculos, rompiendo la inercia con esta primera experiencia teatral en un contexto poco habitual. Sin dudas los casi cuatro años de Roberto Pettinato haciendo stand up y la posterior presencia de otros comunicadores en ese rol escénico en ìntimo contacto con la gente noche a noche provocò en Andy una clara necesidad de extender ese contacto con la gente que lo sigue cada jornada de manera diferente, exceptuando esas destacadas campañas solidarias para ayudar a fondo a todos los necesitados en adversas circunstancias sociales. Bueno, finalmente el conductor radial hallò aquellos elementos que lo fueron guiando en un camino teatral despuès de agregar a su agenda de tareas otro programa los lunes a la noche, después de transcurrir cientos de lunes al mando de una barra aprendiendo a preparar tragos y còcteles especiales para los asistentes a un local quienes se sorprendìan al verlo allì, trabajando a destajo y sirviendo escapándole al divismo radial que su éxito podrìa proponer a alguien con logros como los alcanzados hasta el momento.
La curiosidad de investigar en la neurociencia, su crecimiento como barman y el deseo de propinar al público otro tipo de experiencias han sido el exacto caldo de cultivo de“Happy Hour”, espectáculo que vio la luz hace muy pocas semanas y que ahora asoma como gran fenómeno teatral en la zona de Palermo Viejo en medio de muchìsimos restaurantes, pubs y otros locales de ropa que colorean un barrio que vive una recuperación inocultable con respecto a décadas pasadas. Escribiendo junto a Erica Halvorsen el guiòn del espectáculo que puede apreciarse desde hace algunas semanas en la Sala Siranush, la respuesta de la gente desde el debut probablemente haya sorprendido al mentor de este proyecto, aunque a fuer de ser sinceros, mucha de la audiencia que abarrata la delicada sala agotando como si nada las localidades, proviene de su éxito radial y un boca a boca del ámbito teatral que corrobora colateralmente el crecimiento de Kusnetzoff desde otra plataforma de tareas. En esa significativa y especial concepción donde Erica Halvorsen supo tomar las riendas de la dirección para encauzar las ideas de su responsable, naturalmente el espectáculo pedìa a gritos alguien para equilibrar desde otro costado creativo una puesta escénica que merecía presentarse con el mejor oropel artístico posible. La elección, casual o causal, recayó por suerte en Hilda Lizarazu, una creativa multifacética que supo respaldar semejante idea del animador radial con sus mejores recursos artísticos, expuestos de una concluyente manera cada viernes y sábado a la noche en la sala que pertenece a la colectividad armenia.
El show que agota tickets de poderosa forma los fines de semana en ese barrio,propone un relato donde el viaje autobiográfico se va tiñendo de emociones especiales cuando Andy se permite recordar aquellas temporadas de crecimiento, show que abre con muy fallidas recomendaciones en off que sus colegas y amigos de la radio le señalan a Kusnetzoff ante el anuncio de llevar a cabo un evento teatral. El audio de la radio y las imágenes juegan a favor del viaje temporal, épocas que el anfitrión decide mirar con ironía y dura autocrìtica al recordar que“la felicidad era ser Bono”,o detallar la traumática experiencia de pasar por migraciones para alguien que ya se acostumbrò a viajar por su labor. Este hombre de 44 años al que todavía le preguntan si se tiñe el pelo de gris, es el mismo argentino que tuvo la capacidad emocional de enamorar a la modelo màs hermosa de la Argentina(Florencia Fabbiano)y años antes no traicionar aquèl sueño de considerar la chance de tener un bar en la playa para ser feliz cueste lo que cueste. En ese divertido recuerdo, Andy juega con la complicidad de la gente señalando un detalle que no escapa a los residentes de Mar del Plata cuando indica que la felicidad de un bar en la playa se sostiene en que no haya por ninguna razón viento. “La felicidad es sin viento”rememora al iniciar el show, mientras la gente no para de reírse por ese detalle eólico tan caracterìstico y significativo.
Es ahì cuando la propuesta corre el riesgo de volverse minúsculamente monotemática, un aspecto bien resuelto por la producción para poner en juego ahì al segundo jugador de esa maniobra teatral a pura química profesional. Mientras Andy ingresa con bermudas y una camisa floreada junto a una bicicleta con canasto para preparar còcteles y un gran sistema de cadena para pedalear moviendo una coctelera, Hilda Lizarazu abre su set musical bajo una propuesta ambientada en esas remembranzas. Entonces la lista de canciones se viste de pop playero con“Caribe Sur”, base acústica con ritmo pulsante que irà sumando en ese medley ambiental perlas como“Mi bandera”(Sumo), “De Mùsica Ligera”(Soda Stèreo), “La gran bestia pop”(Patricio Rey y los Redonditos de Ricota). El show en esa primera pasada pop recorre viñetas especiales con“Porquè te vas”o“Sin hablar”, pero obviamente el tema que golpea en el lugar indicado es la nueva canción solista de Hilda. “Las cosas de la vida”no solo es el track que da título al próximo disco de Lizarazu, sino la punta de lanza de un concepto sonoro muy evolucionado en el camino de la famosa ex- vocalista de Charly Garcìa, quien en la Sala Siranush no titubea con sus músicos en vestirse de la manera que proponga el espectáculo y jugar situaciones actorales con el joven anfitrión.
Despuès de servir numerosos daiquiris frutales creados con un vaso de licuadora desde un viejo carrito de repartos, el público entra en confianza con las añoranzas de Kusnetzoff, quien se suma en coros y palmas para“I wanna love you”(Bob Marley), recuerdos que lo ubican en un lugar ìntimo y reflexivo. Allì la banda encara“With or without you”(U2)con tino y precisión mientras el protagonista se tira a descansar en esa imaginaria reposera del escenario con la luna iluminando sus jóvenes sensaciones. Ese bloque veraniego acuerda pactos de adrenalina con canciones como“Vasos vacìos”o “Te aliviarè, me aliviaràs” para mostrar un lado distentido. Andy puede pasar en segundos de aquella situación añorada a un detalle de su formación como barman, sosteniendo inclaudicable que el hielo es casi como la sangre de sus bebidas, ineludible en todo trago para formar un especial momento con sus degustadores. Hay bromas sobre el asado y la circunstancia de comprar al final la famosa bolsa de hielo, pero antes que finalice ese tramo playero, para sorpresa de muchos el anfitrión traerà de un costado del escenario una flauta traversa, tocando allì algunos de los màs recordados compases de una melodía compuesta por Bach, mientras la audiencia premia un tramo bien resuelto por sus creativos.
La escena segundos màs tarde se trasladarà a un Bar Samurai donde el protagonista darà cuenta de su problema màs acuciante, pero antes la emoción lo ganarà recordando a aquèl hombre que cargò a Maradona en sus hombros durante la vuelta olímpica en el recordado Estadio Azteca. Habrà un trago a su nombre preparado en la ocasión y muchos darán lo imposible para disfrutarlo, pero instantes después Andy develarà que un mal momento de su vida pasò por culpa de un tal Brunetti, que no eligió para un partido de fútbol. Allì será el punto de partida para varias proyecciones en el evento que tendràn un tono ascendente en la importancia del relato preparado. Ya vestido elegantemente de negro, con un bonito chaquetón de cuero, el animador radial rendirà gracioso tributo a Tom Cruise en Mission Imposible, sin olvidar alguna gastada ligera a los acròbatas de“Fuerza Bruta”, un segundo antes que Hilda Lizarazu vuelva a escena para versionar “We are the champions”con una tonalidad calidad y distendida. Llegaràn a continuación clásicos como“Sola en los bares” o“La balsa”, en un espectáculo que suma desde los sitios màs inesperados. El show pasa con recuerdos de muy famosas golosinas como Tubby 3y 4, la mìtica Tita o la mentada Rodhesia, pero también se mete en la digitalidad de la música y aquellos que tuvieron la suerte de disfrutar los vinilos. Por eso habrá un trago“Winco”en homenaje al aparato que abrió el circuito de reproducciones sonoras hace varias décadas.
Despuès de muchas idas y venidas, Andy confesarà que el secreto de la felicidad es poder orinar en la pileta, pero aquèl fantasma de una mancha violeta rodeándolo tras lo ocurrido será su fantasma residual. Allì nacerà el trago“Quitamanchas”, alguna gastada al avión de línea aérea nacional tripulado por Vicky Xipolitaquis y hasta la gran inundación que dejó a Scioli en offside fuera del país. El fantasma de Brunetti cobrarà forma e incluso llegarà la Mancha Violeta personificada por Ricardo Darìn en un video para crear màs tensión en un conflictivo recuerdo. Demostrando su versatilidad, Kusnetzoff vencerà su gran temor por cantar encarando una contagiosa versión de“Yo no me sentarìa en tu mesa”(Fabulosos Cadillacs), con la gente de pie apoyando con palmas y coros su intervención, secuencia de dinàmico contexto que cerrarà con todo el elenco encarando “Buscando un símbolo de paz”(Charly Garcìa)mientras el protagonista no duda en ponerse un bombìn y una Gibson Les Paul para rendir respetuoso homenaje a Slash.
Casi dos horas después, la fiesta pone punto final con la gente aplaudiendo de pie a los protagonistas, ofreciendo un programa de mano que incluye para los espectadores los detalles para preparar las bebidas creadas para este show teatral. Con una serie de importantes sponsors comerciales y muchísimos famosos visitando al dueto de artistas(entre ellos Fabi Cantilo y Mex Urtizberea)cada fin de semana, este“Happy Hour”agota tickets con vertiginosa velocidad en un ámbito ideal para tomar algo espirituoso y comer alguna especialidad acorde al trago.
Entusiasmados con la respuesta, Andy e Hilda salen minutos después del espectáculo y cumplen con ese querido ritual de saludos y fotos sin ningún toque de histeria o divimismo. El trago teatral de Andy asoma bien servido y cuando baje algunos pulsos cierta aceleración en aquellos parlamentos iniciales, podrá darse el gusto de decir que ha servido una bebida artística fiel a su forma de ser, tan divertida y natural como muchos de sus comportamientos.